miércoles, 30 de abril de 2014

Punto y seguido


Y tras muchas aventuras y lugares visitados toca poner punto y seguido a este segundo viaje por Sudamérica. En cada entrada de este blog he ido desgranando todo aquello que me ha parecido interesante de mi estancia en Argentina, Uruguay, Chile y Brasil. Y en esta última ocasión quiero destacar la importancia que tiene el viajar para el desarrollo personal. Qué importante es valorar aquello que tenemos y qué agradecido me siento de poder acercarme a lugares lejanos y diferentes para ver de primera mano cómo es la vida allí. Gracias a todo este tiempo en Sudamérica también he podido conocer y acercarme a figuras importantes de la cultura como  Neruda, Paez Viraló, Gardel etc… pero me gustaría poner este punto y seguido con una frase de Jose Mujica: 

“Parece mentira que no cuidemos la vida que es un paréntesis. Tenemos toda la eternidad para no ser”.  

Pues eso. 

viernes, 25 de abril de 2014

Recuento


Y como ya hiciera en el viaje anterior, aquí van unos cuantos datos numéricos para ilustrar lo que ha sido esta segunda aventura por Sudamérica:

65 días de viaje repartidos por 4 países y visitando 15 núcleos y ciudades. Cerca de 11.000 Km recorridos en avión (10 vuelos en total), coche, autobús, barco y otros medios menos convencionales como el flexiboat de Ilha Grande :) Desde el punto más al Norte (Fortaleza) hasta la capital de Argentina, Buenos Aires y desde las aguas del Pacífico de la ciudad de Valparaíso hasta la Punta del Este uruguaya. Y cómo no, nos hemos dejado unas cuantas fotos y vídeo por el camino; concretamente 3.614 archivos y más de 16,4 GB para recordar todos estos maravillosos lugares. Y si en 2011 me sorprendió el número de alfajores que mi compañera de viaje Ana se llevó a la boca, esta vez es mi amigo polaco Maciek y la cantidad de Havaianas que se llevó de recuerdo de nuestra estancia en Brasil… Aquí está una de las 3.614 fotos que da fe de lo que hablo….  



martes, 22 de abril de 2014

El reencuentro


Y por fin se produjo el reencuentro. El viaje por Brasil inicialmente se pensó para ver a una antigua compañera de trabajo que se había ido a vivir a su ciudad natal, Fortaleza hacía un par de años. Cuando pensábamos en visitarla parecía algo imposible debido a la distancia, el precio del vuelo etc, pero no queríamos dejar pasar esta oportunidad y, después de dos semanas conociendo el país, llegamos hasta Fortaleza donde allí nos esperaba ella y su marido. Una vez más nos encontramos en el aeropuerto (todos nos conocimos y trabajamos en un aeropuerto) y la verdad es que fue un placer volver a vernos. Estuvimos tan a gusto con ellos que pasamos dos días enteros en su casa, disfrutando de la piscina y descansando. También hubo tiempo para probar cosas típicas brasileñas como el acaí, las tapiocas y la cachaça y de recorrer la parte norte hasta llegar a Jericoacoara, otro paraíso más que Brasil ofrece al visitante.


Y como vale más una imagen que mil palabras, mejor que veáis cómo fue nuestra última etapa del viaje haciendo clic aquí.  

jueves, 17 de abril de 2014

7) Etapa: Fortaleza (Brasil)

Recorrido: Salvador de Bahía (Brasil) - Fortaleza (Brasil)
Distancia: 1.230 km - Tiempo: 1:15 horas

¡Última etapa que nos lleva hasta el Norte de este extenso país! Allí nos encontramos con nuestra amiga Johanna…. Y es que no hay nada mejor como tener amigos repartidos por el mundo y que cuando los visitas te hagan de guía :)
Última parada por tanto, para conocer la región de Ceará, visitando la ciudad de Fortaleza y Jericoacoara.

miércoles, 16 de abril de 2014

Inseguridad

Una de las pocas fotos que pudimos hacer de Salvador de Bahía. Vista al Pelourinho desde el balcón del hotel. 
“Inseguridad” se ha convertido desgraciadamente en una palabra bastante común durante el viaje, en especial, durante mi estancia en Argentina y Brasil. Éste es uno de los principales problemas que tiene Sudamérica. Personalmente  ha habido ciudades como Santiago de Chile o Montevideo en donde no me he sentido para nada inseguro; al menos no más que cuando caminas por cualquier otra ciudad europea. Pero es verdad que en otros lugares esto no ha sido así. Y el ejemplo más claro ha sido la ciudad de Salvador en la región de Bahía.

Todo el mundo nos decía que era una ciudad poco recomendable para visitar a pesar de su belleza e historia. A esa inseguridad que parece ser característica común de Brasil en general y de esta región en particular, se unió una circunstancia que la hacía aún más peligrosa: Durante nuestra estancia la policía inició una huelga así que tuvimos que pasar medio día encerrados en el hotel (¡y qué ganas de llegar a dicho hotel!). Es una pena que lugares tan bonitos no puedan ser visitados, y es mucha más pena que los habitantes se sientan inseguros en sus propias ciudades y casas.

De toda experiencia se saca algo positivo y, en este caso, hemos aprendido a valorar lo más simple de nuestra vida diaria. En esta parte del mundo, algo tan normal como sacar dinero de un cajero o comprar un accesorio para la cámara de fotos se puede convertir en toda una aventura.

Por otro lado la situación en Argentina ha empeorado en las últimas semanas al estallarvarios casos de violencia contra ladrones que asaltan en motos (conocidos como motochorros). El ambiente está muy tenso y la gente está tan al límite que deciden tomarse la justicia por su mano sin darse cuenta de que la violencia sólo genera más violencia pero, ¿qué hacer cuando tampoco se confía en las autoridades, la policía o el gobierno?

Ojalá algún día se logre controlar este problema. Todo el mundo tiene derecho a vivir de forma segura.

martes, 15 de abril de 2014

lunes, 14 de abril de 2014

El Paraíso


Dentro de nuestro recorrido por Brasil hemos elegido visitar dos islas: Ilha Grande, a tres horas de Río de Janeiro, y Morro de Sao Paulo, a dos horas de Salvador, en el estado de Bahía. En ambas islas no hay carreteras ni coches y están rodeadas de naturaleza, por lo que desconectarse de la vida en la ciudad resulta muy fácil. Brasil es verde, naturaleza pura que a veces hasta abruma. Si tuviera que elegir, personalmente me quedaria con Ilha Grande, menos explotada que Morro, pero tanto una como la otra ofrecen paisajes de película y playas increibles. Y es que tenía razón una de la promociones para visitar estos lugares: Si existe el paraiso, debe ser así.

jueves, 10 de abril de 2014

La ciudad maravillosa


Y desde lo alto del Pan de Azúcar, mirando cómo se ponía el sol tras el Morro do Corcovado comprendí porque a Río se la conoce con el sobrenombre de la ciudad maravillosa. 

La excursión empezó unas horas antes justo en ese mismo monte donde se alza el monumento mas siginificativo de la ciudad: El Cristo Redentor. A sólo unos 15 minutos del centro comienza el Parque Nacional  da Tijuca, el bosque urbano más grande del mundo que alberga en lo alto de su montaña esta gran figura de 30 metros. La vista desde el Corcovado es simplemente espectacular. La ciudad se asienta en un paraje único, rodeada de mar, un lago y montañas y cerros verdes. No creo que haya otra ciudad en el mundo ubicada en una localización tan especial. De allí, seguimos nuestro recorrido por las calles de la ciudad con parada en el famoso sambodromo, el barrio de Santa Teresa y la Escalera de Selarón, una peculiar escalinata realizada durante anos por el artista chileno Jorge Selarón utilizando miles de azulaejos traidos de todo el mundo. Sorprende que las guías o los mapas de la ciudd no la incluyan como atracción que merece ser visitada.
Y como digo, el día terminó en la no menos imponente montaña del Pan de Azúcar. A través de dos funiculares llegamos a lo alto y de nuevo una impresionante panorámica de ciudad que quedará grabada en nuestra mente... Sólo llevábamos un día en Río y todavía nos quedaba  por visitar las  playas de Copacabana e Ipanema pero ya queriamos volver... 

lunes, 7 de abril de 2014

5) Etapa: Río de Janeiro (Brasil)

Recorrido: Buenos Aires (Argentina) - Río de Janeiro (Brasil)
Distancia: 2.700 km - Tiempo: 2:40 horas


Y dando un nuevo salto llegamos hasta el país vecino, el gran Brasil. Quinta etapa de este itinerario 2014 y segunda parte del viaje. A partir de ahora cambio de compañero de aventuras y fijamos como destino llegar hasta el Norte para encontrarnos con una antigua compañera de trabajo. Pero antes, haremos un par de paradas por el camino. Jo, alla vamos!

No podré subir fotos o escribir posts los próximos dias. Intentaré actualizar el blog en cuanto tenga ocasión!

viernes, 4 de abril de 2014

La Recoleta



Viernes, 10 de la mañana. Nos dirigimos a un cementerio. En principio, el plan no es muy atractivo, pero no se trata de un cementerio corriente. Vamos a visitar la Recoleta, cinco hectáreas de campo santo ubicados en la zona Norte de la ciudad que alberga algo mas de 4.500 tumbas o mejor dicho, bóvedas. Esta fue mi primera sorpresa. No se trata de un cementerio como los que estamos acostumbrados a ver en Europa, La Recoleta tiene bóvedas; microterrenos donde se construyen pequeñas capillas (algunas no son pequeñas en absoluto, sino  auténticos monumentos) y donde se entierran a los muertos o mejor dicho, se guarda los restos de las personas fallecidas porque enterrar como tal no se entierra. Segunda sorpresa: cuando paseas y te asomas a dichas bóvedas ves claramente los féretros o ataúdes allí colocados.
La guía que nos hizo el recorrido por todo el cementerio nos advirtió: “Para todos aquellos que no sean argentinos, no intenten comprender nuestra historia en una hora” Pero lo cierto es que a través de todas las personalidades allí enterradas te puedes hacer una idea de algunos de los capítulos mas importantes del país. Presidentes de la Nación, militares y hasta historias convertidas en leyenda como la de la joven Rufina Cambaceres que según cuentan fue enterrada viva…. Y por supuesto el panteón de la familia Duarte donde descansan los restos mortales de Evita: La bóveda más visitada. Esta guía que en tono de humor negro afirmaba que “a este lugar la gente se muere por venir”, también daba rigurosas explicaciones históricas.
Sorprendente también el periplo que hizo el cuerpo de Eva Perón una vez muerta (Buenos Aires, Milán y Madrid) con secuestro e intercambio de cadáveres incluido…. Un lugar muy interesante para acercarse un poco más al pueblo y a la historia argentina.

Pd. Si se quiere conocer más a fondo la historia argentina recomiendo visitar el Museo del Bicentenario ubicado justo detrás de la Casa Rosada.

jueves, 3 de abril de 2014

La otra cara

Un vagabundo duerme a las puertas de un banco en el centro de B. Aires

Una vez hablando con un amigo escocés sobre mi blog de Edimburgo, me dijo que estaba muy bien todo lo que publicaba sobre la ciudad pero que eso no era toda la realidad y que me llevaría hasta un barrio deprimido de la ciudad para que viera las necesidades que esos vecinos tenían. Me pareció una critica muy buena ya que me hizo ver que obviamente mi blog estaba enfocado sólo desde un único punto de vista. Al escribir un blog personal resulta obvio que cuento las cosas según mi visión subjetiva. En este caso, escribo sobre todo lo que veo y me llama la atención de mi viaje por Sudamérica. Pero hasta el momento, todo lo aquí escrito es bonito. ¿Es esta la realidad? Claro que no. Buenos Aires en particular y Argentina en general tienen otra cara mas allá de los edificios históricos o de sus increíbles maravillas naturales. Ya hablé sobre la inflación pero otro de los problemas de la sociedad actual es la inseguridad ciudadana o las diferencias de clases. A nadie les gusta ver a gente pidiendo limosna por la calle o rebuscando entre la basura pero lamentablemente estas escenas se dan diariamente. La foto que acompaña este post podría haber sido tomada en cualquier ciudad de cualquier país.

Pero también hay veces que se peca de justamente lo contrario, de mostrar simplemente lo malo de una sociedad o país. Y eso tampoco es. Como bien recoge la periodista Leila Guerriero en su articulo publicado en El País el pasado 2 de abril: “Hay caos y espanto en todas partes, pero también en todas partes la gente sale, come, trabaja: vive”.

Para conocer de verdad un país no hay que quedarse con una u otra cara sino con el conjunto.

Reproduzco aquí el articulo completo titulado: Estigma país. 

En el año 2002, en la patagonia argentina, alguien me dijo “Ustedes, en el norte, no pueden salir a la calle porque los matan”. “El norte” era Buenos Aires y esa persona hablaba de esta ciudad, en la que me muevo sin precaución exagerada, como de un sitio en el que convendría usar chaleco antibalas. Es curioso cómo vemos las cosas desde lejos. Leyendo en este diario un artículo sobre El Salvador y sus maras —barrio 18, la mara Salvatrucha— me pregunté qué cosas sé de El Salvador que no sean los nombres de sus pandillas. Muy pocas. ¿Serían capaces de citar el nombre de siete escritores salvadoreños; saben si en la capital hay edificios altos, o un centro histórico? ¿Hay cines en Managua? ¿Qué hace la gente el domingo en Guatemala? ¿Nadie queda con un amigo para tomar un café en Caracas, esa ciudad donde sólo parece haber manifestaciones? El trazo grueso se pone algo menos burdo si salimos de Centroamérica —por decir algo, Medellín ha rimado con violencia pero hoy se la relaciona, también, con el diseño—, pero no amaina en el Caribe: ¿qué sabemos de Haití que no sea la pobreza; qué de República Dominicana? De lejos no se ven los salones de la colonia Guerrero, en ciudad de México, donde los viejos bailan danzón con ropas que los hacen parecer pimpollos ajados: solo se ve el problema narco. De lejos no se ve la efervescencia estudiantil del barrio de La Candelaria, en Bogotá: solo se ve el conflicto armado. Hay caos y espanto en todas partes, pero también en todas partes la gente sale, come, trabaja: vive. Los países son mucho más que sus mejores lacras. Durante 2013 se habló mucho, en España, de la marca país que es, supongo, un trazo grueso, un ramillete brioso de lugares comunes. Pero a veces es un trazo grueso que se puede elegir, y otras es una soga que aprieta, un lazo que ahorca, la marca electrificada de un estigma.

Articulo de Leila Guerriero publicado en El País. 

miércoles, 2 de abril de 2014

Color




Uno de mis rincones favoritos de Buenos Aires en mi visita anterior fue el barrio de Caminito por eso elegí visitarlo de nuevo esta vez. Es una zona pequeña donde se respira el autentico espíritu porteño mientras se camina por sus coloridas calles. Y es que el color es el protagonista allá donde mires. Da igual que las casas estén hechas con láminas de metal o que los edificios sean viejos. Y por supuesto los carteles diseñados con el tradicional fileteado imprimen personalidad a todos los rincones de este barrio.